Sobreviviendo al desamor

El amor era tan bello, pensé que no podía sentir nada más hermoso, después del vacío que dejó la muerte de mi querida abuela nunca pensé sentirme así de fatal, así de vacía, así de simple, el amor duele, eso oí muchas veces, y pensé que era sólo era metáfora, pero lo cierto es que si duele, duele en los huesos y en la piel, lacera en el alma desnuda, eso es cuando termina, pero cuán bello era cuando era, acaso vale la pena unos años de dicha por algunos otros de infelicidad, lamentos y mucha desdicha, recuerdos que se sobreponen unos sobre otros, sentimientos de amor y odio que navegan en el mismo barco, cruzándose una y otra vez a causa de las tempestades, es irritante y frustraste no saber cómo lidiar con él, a veces pretender ser tan fuerte que todos asumen que lo has superado o que lidias muy bien con el, lo cierto es que sólo son caretas, sólo son máscaras que uno pretender mostrar a los demás, son muy pocas las veces que te muestras vulnerable ante los demás, prefieres evitar ver esos ojos de lastima, es terrible aceptar que todo ha pasado ya, que no hay vuelta hacia atrás, puede pasar días, semanas, meses e incluso años, en los cuales uno anda buscando los porqués, una razón aparente del olvido, terminas siendo el verdugo o la victima de acuerdo a la sucesión de los recuerdos, la mente no puede ser del todo selectiva, pero nosotros elegimos, decidimos amar y podemos decidir dejar de hacerlo, en mi caso, mi corazón ha sido muy terco y no ha querido prestar oído a la razón, pero es tiempo de caminar, comenzaré viajando!!!

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